Abandonada
Noches interminables, frías, heladas. Ya no estás aquí. Aquí solo queda tu armazón. Como la piel de una serpiente que abandona cuando ha mudado.
No soy tonta. De la noche a la mañana desapareció la lujuria en tus ojos y aquí me quedé preguntándome qué había hecho mal. Pero nada hice.
Mis orgasmos son tan exquisitos como siempre. Mi entrepierna se estremece cuando me besan el cuello igual que lo hizo siempre.
Y es que es tan fácil encontrar calor en un hombre diferente cada noche como echar una gota de arsénico en tu café cada mañana.
Abandonada versión II
Noches interminables, fría, helada. Digas lo que digas ya no estás aquí. Aquí solo queda tu armazón. Como la piel de una serpiente que abandona cuando ha mudado.
No, debes de creer que soy tonta. De la noche a la mañana desapareció la lujuria en tus ojos y aquí me quedé como una idiota preguntándome qué había hecho mal, si había algo mal en mí.
Pero a mí no me pasa nada. Mis orgasmos son tan exquisitos como siempre, mi entrepierna se humedece cuando me besan el cuello igual que hizo siempre. Solo tengo que sonreír y enseguida tengo conversación con una copa y un número de teléfono.
Te puedes quedar con ella, ya no me importa. Ya verás algún día lo que yo veo. Ahora es una aventura, es emocionante, es algo prohibido pero ya te aburrirás y verás qué solo es otra del montón. Que no te mira cuando te hace el amor como yo lo hacía y verás lo fría que está tu cama mientras la mía la calientan a conciencia.
La calientan con sus caricias, con sus besos y lametones, con masajes a dos o cuatro manos dependiendo de lo bien que se me dé la noche. Sí querido, yo tengo tríos cuando tú sueñas con ellos. Es lo que tiene pasar de ser el hombre más afortunado del mundo a un triste paraguas en el paragüero que solo vive cuando llueve. Disfrútalo, te lo has ganado a pulso.
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Un beso
Christine Erotic